Emilio Sanz trás 20 años de experiencia como Consultor Experto analizando, vendiendo, diseñando, implantando y entregando productos y servicios en materias de gestión de información y documentos, decidió abrirse camino en la emprendeduría a raíz de un análisis autocrítico y constructivo de su propia carrera profesional.
Emilio nos cuenta cómo puso en marcha las condiciones necesarias para comenzar su carrera como
Consultor Independiente dedicado a la Gestión de Información, contenidos y documentos / Web 2.0.
¿Qué es y en qué consiste tu negocio? ¿Cómo funciona?
Conocimiento Práctico presta servicios de gestión de contenidos, información y documentos, preferentemente con software libre, aportando el valor del conocimiento, tanto organizativo como tecnológico, del proyecto.
Prestamos los servicios como
consultores. Nuestra experiencia es un valor añadido para mejorar la eficacia y eficiencia en la gestión de información y documentos de nuestros clientes. Además, desarrollamos de forma integral servicios de formación en métodos y soluciones de gestión para reforzar el talento y la competitividad de nuestro cliente. En el caso de la innovación a través de la tecnología, nos apoyamos preferentemente en software libre, ayudando a poner en marcha soluciones tecnológicas para profesionales y pymes (webs 2.0, sistema de encuestas en línea, aulas de teleformación, etc.), con el objetivo de que puedan ser autogestionadas por nuestros clientes con sus propios medios, evitando la dependencia de terceros. Y, por último, como bloguer especializados desde 2008, publicamos nuestro conocimiento con la finalidad de mantener una imagen profesional como expertos, creando recursos valiosos de acceso gratuito y ofreciendo un espacio de publicidad a empresas e instituciones relacionadas con el sector de la gestión de información, contenidos y documentos, para que publiciten su marca a los más de 90.000 visitantes (enero-agosto 2012) de España y Latinoamérica que nos siguen regularmente.
Proceso de puesta en marcha
La idea de emprender como tal surgió en 2007, aunque ha estado latente como proyecto desde hace mucho más tiempo. Desde esa fecha hasta 2010, diseñé en paralelo a mi trabajo como consultor en una importante empresa española, la idea global de negocio, la virtualización de la empresa, el estudio de posibles clientes, líneas de servicio y modelo de negocio, análisis de costes, financiación, etc. En paralelo, empleé muchas horas en formarme y en pensar la idea inicial que, poco a poco, fue evolucionando y tomando una forma más realista sobre un modelo DAFO para ordenar adecuadamente el esfuerzo y la estrategia.
A principios de 2010 me integré en un plan de formación para emprendedores de la Comunidad de Madrid en el que desarrollé el plan de negocio. Además, en mayo de ese mismo año, me apoyé en los servicios de la Cámara de Comercio de Madrid para la puesta en marcha formal de la actividad.
¿Cómo surgió la idea?
La idea es el resultado de un análisis autocrítico y constructivo de mi propia carrera profesional. Siempre he trabajado por cuenta ajena y, aunque había hecho algún intento como freelance, todavía no estaba preparado para intentar el cambio.
Después de más de 20 años como consultor experto en importantes empresas españolas analizando, vendiendo, diseñando, implantando y entregando productos y servicios en materias de gestión de información y documentos, empecé a trabajar para crear las condiciones necesarias que facilitaran este intento de transición. En 2007, cuando ya apuntaba el cambio de ciclo económico, intensifiqué mucho más este proceso.
La idea es sencilla, igual que mis proyectos y colaboraciones. El principal activo es mi conocimiento y experiencia, y el valor añadido está en cómo emplearlos para ofrecer soluciones útiles, sencillas, económicas y con resultados tangibles en el corto plazo. Eso es lo que muchos clientes demandan.
¿Quiénes formáis parte de la empresa?
Formalmente yo, pero integrado en una red de profesionales independientes que colaboramos y participamos en proyectos y oportunidades. Trato de ir creando mi propia red de confianza que me permita ser muy flexible y competitivo.
En el ámbito más particular se trata, sin duda, de un proyecto compartido con mi pareja, socia incondicional.
Plazos
Una vez conocidos los costes de la actividad, la necesidad de inversión y haber desarrollado un plan tentativo de negocio, he puesto marcha la actividad.
La contención de costes, la virtualización y los recursos propios, me permiten autofinanciar la actividad en un primer plazo de puesta en marcha de 3 años en el que estoy ahora. Estoy convencido que la actividad de la empresa la modela finalmente las necesidades del cliente y el trato continuado y respetuoso por ambas partes. Así que con las directrices de partida marcadas, cuantificadas y cualificadas, trato de ir enriqueciendo las relaciones con los clientes, haciendo proyectos sencillos, útiles y económicos, a la vez que me flexibilizo y me adapto continuamente al contexto económico de la crisis.
Sin perder la perspectiva de que el negocio debe producir beneficios, durante estos tres primeros años estoy dedicando un esfuerzo especial a monitorizar toda la actividad, establecer procedimientos operativos y de gestión, cuantificar y cualificar todo lo que hago, para ser más eficaz, más eficiente y más productivo. En el futuro, espero crecer un poco para poder delegar parte de la actividad operativa de forma ordenada y, así, intensificar relaciones comerciales y de gestión.
¿Qué tipo de financiación habéis necesitado y cómo la habéis conseguido?
Teniendo en cuenta el contexto económico en el que estamos, ya tenía claro en 2007 que la actividad que quería poner en marcha debía apoyarse en un activo que no dependiera de la financiación externa. Este activo es el conocimiento. Por eso el esfuerzo de formación ha sido, es y será una línea constante de inversión en mi actividad. Eso apoya, además, mi convencimiento de que una de las principales líneas de combate contra la crisis es la innovación. Conocimiento e innovación son excelentes compañeros de viaje para emprender y no requieren, en mi caso, de grandes inversiones.
El ejercicio de análisis de la financiación ha sido algo parecido a responder a esta pregunta: ¿Con los recursos propios disponibles, es posible afrontar la puesta en marcha durante los tres primeros años? Respuesta: SI, decisión, ADELANTE.
¿Cuáles son vuestros objetivos principales a corto y largo plazo?
Sencillamente, hacer viable y rentable el modelo de negocio y, además, disfrutarlo.
¿Cómo ves el futuro de tu empresa y de tu sector?
Michael Gerber dice en su libro el Mito del Emprendedor que sólo un 15% de las empresas sobreviven al quinto año de la puesta en marcha. Pues bien, me veo formando parte de ese 15%.
Respecto a mi sector, gestión de información, contenidos y documentos, percibo una transformación importante por el impacto de la tecnología e internet, ofreciendo oportunidades para innovadores y agotando negocios basados en soluciones complejas, o que mantienen cautivos a los clientes con servicios o productos.
Un consejo o mensaje de ánimo, apoyo o recomendación a las personas que tienen también una idea de negocio.
No hay fórmulas secretas. La receta es muy sencilla: se necesita motivación como energía impulsora, esfuerzo de muchas horas para crear las condiciones necesarias que faciliten la puesta en marcha de la idea de negocio en todos sus ámbitos y, por cierto, ideas buenas hay a montones, pero no valen para nada si no se trasforman en un producto o servicio que beneficie a los clientes y por el que estén dispuestos a contratar tus servicios.
Por otro lado, animaría a aquellos profesionales de cualquier sector de actividad que se puedan encontrar un poco desorientados por el impacto de la crisis a que, como alternativa, al menos piensen en la posibilidad de integrarse en un plan de formación de emprendedores. Son gratuitos, le harán pensar y quién sabe si…
Emilio Sanz trás 20 años de experiencia como Consultor Experto analizando, vendiendo, diseñando, implantando y entregando productos y servicios en materias de gestión de información y documentos, decidió abrirse camino en la emprendeduría a raíz de un análisis autocrítico y constructivo de su propia carrera profesional.
Emilio nos cuenta cómo puso en marcha las condiciones necesarias para comenzar su carrera como Consultor Independiente dedicado a la Gestión de Información, contenidos y documentos / Web 2.0.
¿Qué es y en qué consiste tu negocio? ¿Cómo funciona?
Conocimiento Práctico presta servicios de gestión de contenidos, información y documentos, preferentemente con software libre, aportando el valor del conocimiento, tanto organizativo como tecnológico, del proyecto.
Prestamos los servicios como consultores. Nuestra experiencia es un valor añadido para mejorar la eficacia y eficiencia en la gestión de información y documentos de nuestros clientes. Además, desarrollamos de forma integral servicios de formación en métodos y soluciones de gestión para reforzar el talento y la competitividad de nuestro cliente. En el caso de la innovación a través de la tecnología, nos apoyamos preferentemente en software libre, ayudando a poner en marcha soluciones tecnológicas para profesionales y pymes (webs 2.0, sistema de encuestas en línea, aulas de teleformación, etc.), con el objetivo de que puedan ser autogestionadas por nuestros clientes con sus propios medios, evitando la dependencia de terceros. Y, por último, como bloguer especializados desde 2008, publicamos nuestro conocimiento con la finalidad de mantener una imagen profesional como expertos, creando recursos valiosos de acceso gratuito y ofreciendo un espacio de publicidad a empresas e instituciones relacionadas con el sector de la gestión de información, contenidos y documentos, para que publiciten su marca a los más de 90.000 visitantes (enero-agosto 2012) de España y Latinoamérica que nos siguen regularmente.
Proceso de puesta en marcha
La idea de emprender como tal surgió en 2007, aunque ha estado latente como proyecto desde hace mucho más tiempo. Desde esa fecha hasta 2010, diseñé en paralelo a mi trabajo como consultor en una importante empresa española, la idea global de negocio, la virtualización de la empresa, el estudio de posibles clientes, líneas de servicio y modelo de negocio, análisis de costes, financiación, etc. En paralelo, empleé muchas horas en formarme y en pensar la idea inicial que, poco a poco, fue evolucionando y tomando una forma más realista sobre un modelo DAFO para ordenar adecuadamente el esfuerzo y la estrategia.
A principios de 2010 me integré en un plan de formación para emprendedores de la Comunidad de Madrid en el que desarrollé el plan de negocio. Además, en mayo de ese mismo año, me apoyé en los servicios de la Cámara de Comercio de Madrid para la puesta en marcha formal de la actividad.
¿Cómo surgió la idea?
La idea es el resultado de un análisis autocrítico y constructivo de mi propia carrera profesional. Siempre he trabajado por cuenta ajena y, aunque había hecho algún intento como freelance, todavía no estaba preparado para intentar el cambio.
Después de más de 20 años como consultor experto en importantes empresas españolas analizando, vendiendo, diseñando, implantando y entregando productos y servicios en materias de gestión de información y documentos, empecé a trabajar para crear las condiciones necesarias que facilitaran este intento de transición. En 2007, cuando ya apuntaba el cambio de ciclo económico, intensifiqué mucho más este proceso.
La idea es sencilla, igual que mis proyectos y colaboraciones. El principal activo es mi conocimiento y experiencia, y el valor añadido está en cómo emplearlos para ofrecer soluciones útiles, sencillas, económicas y con resultados tangibles en el corto plazo. Eso es lo que muchos clientes demandan.
¿Quiénes formáis parte de la empresa?
Formalmente yo, pero integrado en una red de profesionales independientes que colaboramos y participamos en proyectos y oportunidades. Trato de ir creando mi propia red de confianza que me permita ser muy flexible y competitivo.
En el ámbito más particular se trata, sin duda, de un proyecto compartido con mi pareja, socia incondicional.
Plazos
Una vez conocidos los costes de la actividad, la necesidad de inversión y haber desarrollado un plan tentativo de negocio, he puesto marcha la actividad.
La contención de costes, la virtualización y los recursos propios, me permiten autofinanciar la actividad en un primer plazo de puesta en marcha de 3 años en el que estoy ahora. Estoy convencido que la actividad de la empresa la modela finalmente las necesidades del cliente y el trato continuado y respetuoso por ambas partes. Así que con las directrices de partida marcadas, cuantificadas y cualificadas, trato de ir enriqueciendo las relaciones con los clientes, haciendo proyectos sencillos, útiles y económicos, a la vez que me flexibilizo y me adapto continuamente al contexto económico de la crisis.
Sin perder la perspectiva de que el negocio debe producir beneficios, durante estos tres primeros años estoy dedicando un esfuerzo especial a monitorizar toda la actividad, establecer procedimientos operativos y de gestión, cuantificar y cualificar todo lo que hago, para ser más eficaz, más eficiente y más productivo. En el futuro, espero crecer un poco para poder delegar parte de la actividad operativa de forma ordenada y, así, intensificar relaciones comerciales y de gestión.
