Entrevista a Miguel Ángel, Diseñador Web Freelance

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Hoy viernes dedicamos nuestro post a entrevistar a Miguel Ángel Sánchez. Miguel Ángel se dedica al diseño web y trabaja por cuenta ajena. Nos cuenta cómo es su día a día y su experiencia. 1-      ¿Qué te llevó a ser freelance? Empecé mi andadura como freelance en Barcelona, en el último año de mis estudios en la Escola Elisava, debido a la imposibilidad de encontrar un trabajo por cuenta ajena que se adaptase a mis horarios lectivos. En aquel momento empezaban a popularizarse unas cosas llamadas weblogs, y el “Hazlo tú mismo” era más posible que nunca. 2-      ¿Cómo captaste a tus primeros clientes? ¿Qué estrategias utilizas para darte a conocer? Mis primeros clientes fueron amigos y conocidos que confiaron ciegamente en mí, a los que les estoy muy agradecido. Mi primer trabajo remunerado como freelance fue un weblog de música y cultura pop, salió destacado en varios sitios de recopilación de diseño web (CSS Manía, CSS Beauty, etc) y a partir de ahí el boca-oreja y las referencias en otras webs han hecho el resto. 3-      ¿Qué herramientas usas para trabajar (sistemas, programas…)? Normalmente me las apaño con Adobe Photoshop y Adobe Illustrator para diseñar las webs, y luego las maqueto en HTML con Coda (todos para Mac OS X). 4-      ¿Qué herramientas de administración y organización utilizas para conseguir mayor productividad en tu día a día? No puedo vivir sin mi aplicación de Mail, como es obvio, pero lo que más me ayuda es una pequeña aplicación deGTD (Getting Things Done) llamada Things, tanto en Mac como en iPhone. Así lo tengo todo bajo control esté donde esté. 5-      ¿Cuál es tu lugar de trabajo? Mi lugar de trabajo es mi casa. Me levanto, me aseo, me preparo un buen café y enseguida estoy manos a la obra. A veces me siento afortunado por ello, y otras... No tanto. Tener el trabajo en casa es vital para mí, nunca sabes cuándo te van a llegar las ideas. Sin embargo, hay que saber desconectar. 6-      ¿Qué ventajas crees que tienes como diseñador freelance frente a un diseñador que trabaja en una oficina? Bueno, las ventajas son muchas y por razones obvias: reducción de costes, mejor aprovechamiento de la jornada laboral (sin desplazamientos), ambiente de trabajo a tu gusto, etc. Sin embargo, antes había cierto ostracismo en el profesional freelance que trabajaba en solitario. Ahora, con la popularización de las redes sociales y las videoconferencias, se han tendido ciertos puentes que si bien no cubren todas las necesidades de comunicación, sí que han atenuado las diferencias. 7-      ¿Te planteas ésta forma de trabajo de cara al futuro? Siempre estoy pensando cómo evolucionar de cara al futuro: quiero plantear un modelo de negocio escalable pero que, a su vez, me permita tener cada vez más tiempo libre. A medida que tienes más y más proyectos, la balanza Vida-Trabajo se desnivela, y hay momentos que tienes que darte un respiro. Si no, acaba pasando factura. Sin embargo, a corto plazo no me planteo cambiar. 8-      ¿Tienes contactos con otros freelancers de tu profesión? ¿Y con freelancers de otros campos (programación, redacción…)? Sí, tengo mucho contacto con otros freelances y profesionales de mi gremio, y esa es una de las cosas más bonitas de mi profesión. Estar en contacto con gente de talento, creativa y emprendedora de todo el mundo te hace mejorar como persona y como profesional. Sin embargo, si la pregunta es con quién trabajo más, creo que la respuesta es con otros programadores freelance, ya que nunca subcontrato a otros diseñadores. 9-      ¿Qué le aconsejarías a los futuros freelancers? Por experiencia personal, creo que un freelance tiene que saber de muchas cosas (además de saber hacer bien su trabajo). Tiene que saber un poquito de contabilidad, saberse administrar; otro poco de relaciones humanas, y tener bastante paciencia porque, tarde o temprano, todo lo que pase va a depender de uno mismo, y los resultados acaban llegando. 10-  ¿Qué haces para desconectar del trabajo? Muchas veces, simplemente desconecto un rato: si no tienes tiempo para más, un cine, un largo paseo o simplemente una cerveza con un amigo te puede servir. Ahora bien, para mi lo ideal es hacer mini-vacaciones: trabajar duro durante 5 o 6 meses, para luego “darte el lujo” de hacer un viaje más o menos largo y volver con las pilas cargadas. Los freelances tenemos más flexibilidad para elegir nuestras vacaciones, con todo lo que eso supone: ahorro en las agencias de viaje (ya que podemos viajar en temporada baja), sin aglomeraciones, etc. --- Si alguno de vosotros, freelance o autónomos, se anima a contar su experiencia mandadnos un email a comunidad@nubelo.com

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