Freelance, no escribas en pijama si puedes evitarlo

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A veces sucede que, al trabajar desde casa, por comodidad o pereza, nos levantamos de la cama y después de tomar un café, nos ponemos a escribir sin quitarnos el pijama. Esto que puede parecer algo normal, es un error, ya que lo que vamos a hacer es un trabajo y no es que sea necesario ponerse un traje, pero al menos, un pantalón y una camisa. Llegados a este punto, quizás convenga recordar esa canción de ese grupo español, cómo se llamaban, bueno, da igual, debe ser la edad.

Hoy me he levantado dando un salto mortal y me he quitado el pijama

Bueno, tampoco hay que romperse la espalda, pero si hacerlo con un poco de ganas, desperezarse quitarse los miedos y sacarlos afuera, que la vida es sólo un telediario. Cuando uno es freelance, trabaja para sus clientes y eso quiere decir que, igual que cuando lo hacemos para un jefe, no podemos decir "hoy no voy" y tampoco debemos hacerles esperar. Por tanto, no es cuestión de dar salto mortales, pero sí de quitarse la pereza y el pijama, que como nombre de grupo musical está bien, pero para nosotros es nuestro peor enemigo. Luego está el asunto de si hacer o no ejercicio, relajación, yoga, tai chi o lo que uno desee, como si eres de los que prefieren coger un saco de boxeo, da lo mismo, lo importante es que te actives, que te quites las telarañas y te pongas manos a  la obra. Es indiferente que hoy toque escribir, leer, calcular, hacer los impuestos o negociar un precio con ese cliente cabezota, ¡trabaja!, porque si no lo haces alguien te va a despedir. Además, no olvides el siguiente paso.

He echado un par de huevos en la sartén

Y es que el desayuno es la comida más importante del día, aunque uno sea un freelance de esos de un simple café; por eso, no está de más una buena tostada o un dulce que te den energía. Hay que tomar, si puede ser, alguna fruta, yo suelo beber el café luego, con el periódico y en una cafetería. Así, me pongo las pilas leyendo sobre la "casta" y entonces,  vuelvo a mi ordenador, caliento motores y escribo sobre ellos en mi blog. En definitiva, hay que trabajar, por supuesto, pero si uno lo hace con ganas y bien alimentado, mucho mejor. Ya tenemos dos de tres, porque como dice esa otra canción, para ser un freelance de primera, perdón, que no tiene nada que ver con esto. Ya nos hemos levantado, nos hemos estirado, hemos desayunado, relajado nuestra mente y falta lo más importante, pero de eso vamos a hablar en el siguiente apartado, que además es el último, no se preocupen.

Dando volteretas he llegado al baño y he despilfarrado el gel

Ahora llega el momento de asearse, acicalarse y el que aún pueda, peinarse, aunque se trabaje desde la comodidad del hogar, conviene sentirse bien con uno mismo. El orden es indiferente, cada cual según su costumbre, lo esencial de este paso, es que estaremos listos para sentarnos en frente de la máquina tonta (el ordenador) y comenzar nuestro trabajo de freelance. Pero además, estos rituales nos van a proporcionar algo esencial, constancia y si conseguimos eso, habremos dado un gran paso adelante en nuestra vida. Decía un psicólogo experto en motivación laboral, que el truco está en el ambiente de trabajo, de hecho, fue quien asesoró a Billy Gates sobre este asunto, por eso Gates, se convirtió en pionero en darles a sus empleados una serie de comodidades... y funcionó ¡vaya si funcionó!

En definitiva, que te muevas

Decían los antiguos griegos, esos que volverían a sus tumbas cuando vieran sus cities convertidas en... mejor sigamos, decían esta famosa frase: "mente sana en cuerpo sano” y es totalmente cierta. Muchos freelance pasamos horas sentados, por eso, algo de ejercicio, como caminar, nunca estará  de más. Yo suelo tomar el café por la mañana en un bar que está a cierta distancia  y así paseo, medito y me preparo para escribir. Todas estas opiniones, que no me gusta llamar consejos, pueden ayudarte o eso espero, a enfrentar el día con más ganas, con la suficiente inspiración para, como dije antes, ser un freelance de primera. Eso sí, no te aceleres, que en esto de escribir, la paciencia es una virtud muy escasa, como muestran algunas noticias de medios de comunicación de esos llamados masivos, porque a veces hay cada titular... Por tanto, recuerda este simple proceso, levántate como hizo Lázaro y anda, toma un buen desayuno, haz desaparecer las telarañas y comienza tu nuevo día de freelance, como si no hubiera un mañana. Porque lo más importante no es lo que vives, sino como lo vives, de manera que esto, es lo que marca la diferencia entre el éxito y el fracaso y voy a ir acabando que empiezo a parecer un libro de autoayuda.   Si te ha gustado en post de Enrique te animamos a descubrir en este vídeo lo que opina David Blay sobre trabajar en pijama:

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